Si hubiera que seleccionar estrofas o versos de este largo poema que es Cautiverio, todo el texto podría ser seleccionado. También, en el sentido de elegido. No tanto, o también, porque el libro encierra pensamientos que son sentimientos, en una amalgama disruptiva, sino por la belleza en la forma de expresarlos. ¿Qué es el amor? ¿Qué son las especies, los géneros? ¿Qué, la domesticación? Entonces, la selección, la elección, puede ser arbitraria. El desafío: cerrar los ojos y apuntar con el dedo algún verso, alguna estrofa de este nuevo libro de Jacqui Casais.

¿Se puede aprehender el amor? ¿Se puede aprender del amor? La civilizada barbarie sarmientina juega la rayuela en un texto donde la puntuación salta en un desequilibrio no azaroso: jugado. Sarmientino también en el sentido de enseñar: Cautiverio como un texto que enseña, en tanto abre más y más preguntas y así se vuelve infinito, cinta de moebius, universo.

Por Gabriela Saidon

Jacqui Casais es poeta, escritora y música.

Actualmente vive en la cuidad de Tandil. Fue editada por primera vez en la antología poética El Rayo Verde 2014 (Viajero Insomne Editora) En 2015 autoeditó su plaqueta de poemas Pop Dramático. En 2016 compila y edita Nunca seré poesía- Obra poética de Ricky Espinosa bajo la editorial Milena Caserola, un homenaje poético a Ricky Espinosa en el cual participan más de 30 artistas. En 2016 publica su primer poemario Me tengo harta (Piloto de Tormenta editorial). En 2018 publica Fotofobia un libro de poemas, microrrelatos y cuentos (Piloto de Tormenta editorial. En 2020 publica Martirio Hammer una novela gráfica distópica. Desde 2017 coordina talleres de escritura.